Lola por fin está fuera de la perrera. Íbamos a dejarla en la residencia, pero la suerte le ha vuelto a sonreir: una pareja decidió ser su casa de acogida mientras se recupera y coge peso. Lola en casa es muy mimosa y, por ahora, un poco dependiente. Tiene miedo a que la vuelvan a abandonar y está siempre cerca de la chica. Le encanta estar tumbada a su lado en el jardín, come un montón, le encantan las caricias y atención. Parece llevarse muy bien con los gatos y es un poco celosa con el perro de la familia.

Ahora Lola está buscando un hogar para siempre. Si quieres conocerla, puedes escribirnos a adopta@porpatas.org